Por la Lic. Natalia Roldán, del equipo de Ipdeba Salud Mental
Terapia Ocupacional es la ciencia que se encarga de detectar cuales son las necesidades y dificultades de las personas que sufren algún tipo de discapacidad, sea física, psíquica o social, en cualquier fase de la vida, desde la infancia hasta la tercera edad para, de esa forma, ayudarle a potenciar sus habilidades y facilitar la recuperación.
La funcionalidad, independencia y desarrollo de la persona son sus principales objetivos de manera que, dentro de la discapacidad que posea, el paciente consiga desarrollar todas sus habilidades tanto dentro de sus actividades de la vida diaria como en su ambiente socio-laboral.
Una discapacidad, un accidente o algunas enfermedades pueden traer consigo una serie de sintomatologías que pueden limitar el quehacer de la persona, pueden afectar su desempeño y su desarrollo ocupacional. Desde esta perspectiva, la terapia ocupacional observa las áreas motoras, sensoriales, cognitivas, conductuales y sociales, evalúa de qué manera intervienen en su quehacer, y realiza programas con un plan de tratamiento acorde para que la persona se desempeñe lo más autónoma e independiente posible.
La terapia ocupacional sirve para rehabilitar, fomentar, promover, proveer y/o mantener las habilidades y capacidades para su mayor bienestar.
¿Cuáles son los beneficios de la terapia ocupacional?
Sus beneficios son múltiples. Por un lado, se encuentra la búsqueda de la autonomía de la persona en las actividades de la vida diaria, el desarrollo de habilidades nuevas, la capacidad en la participación social y comunitaria, el desempeño en el área cognitiva, de destrezas de ejecución, motoras y sensoriales, la incorporación de nuevos hábitos, entre otros, ofreciendo actividades para cada área y así estimularla. Es decir, centrado en la persona, viendo sus necesidades e intereses personales y abordando según su caso.
Y por otro, fomentar a través de programas estatales y comunitarios la concientización de la sociedad sobre discapacidad, llevar y ejecutar propuestas para que se generen cambios en y desde la sociedad para promover la inclusión. Se considera de suma importancia el rol de la sociedad y la comunidad para promover la independencia de las personas con discapacidad.