Cómo disminuir el estrés previo a un examen

Es sabido que la situación de exámenes genera estrés y ansiedad y en muchas personas un malestar difícil de controlar que presenta tanto síntomas físicos, como problemas estomacales, o psicológicos, como la dificultad para concentrarse, llegando incluso a afectar su rendimiento.

Miedos antes los resultados, incertidumbre ante los temas que les tocará desarrollar o sobre su capacidad para rendir son algunos de los disparadores de una situación que se hace penosa para muchas personas en su etapa de estudiante. Para evitarlo, hay algunas medidas que pueden tomarse orientadas al control del estrés que esta situación particular produce.

  • Planificar con tiempo el estudio y en lo posible armar un programa de días y contenidos a estudiar para llegar al día del examen con la mayor comodidad posible. El establecimiento de una rutina de estudio es un factor muy favorable para evitar el estrés.
  • No descuidar nuestras necesidades más esenciales: alimentarnos bien y equilibradamente, reservar momentos de esparcimiento y de actividad física que nos ayudará a distender, a evitar la tensión muscular y a mantenernos frescos, con la mente clara.
  •  Dormir lo necesario: alterar las rutinas del sueño o dormir menos horas de las necesarias es contraproducente y disminuye nuestro rendimiento. Es importante dormir las horas que nuestro cuerpo necesita naturalmente.
  • Cooperar con compañeros que tengan una actitud ordenada y positiva frente al estudio.
  • Intentar estar concentrado en el estudio pero de modo relajado. Cada persona encuentra su máxima capacidad de concentración en diferentes ambientes o contextos. Tratar de organizar un entorno favorable a las propias necesidades.
  • Evitar café, tabaco, bebidas muy azucaradas, que contribuyen a la tensión
  • Tener todo el material listo que voy a necesitar para rendir el examen, ya sea de manera presencial o virtual, como calculadoras, lapiceras, etc, con suficiente anticipación.
  • Mantener una actitud optimista y de reconocimiento frente al esfuerzo que estamos realizando.

Siempre hay que tener en cuenta que no se trata de reglas absolutas y que hay un ajuste a las necesidades, capacidades y opciones que cada persona maneja. Se trata de sugerencias que deben servir simplemente de guía.

Por último, tener en cuenta que cada experiencia es fuente de aprendizaje y después de cada una podemos sacar conclusiones acerca de qué nos beneficia más, en qué debemos poner algo más de esmero y cómo ir mejorando en la próxima oportunidad.

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